Castidad
Por Jesús Chávez Marín
- Castidad
Castidad nombre antiguo que fusiona lealtad e higiene, se refiere al cuidado de las personas que se aman y al refugio para los hijos en su crianza, el ambiente que los educa y nutre hasta que sean fuertes para avanzar por sus propios medios. También al respeto hacia los demás, a la pureza de todos los amores, en cualquier preferencia de pareja y de familia.
La templanza se refleja en la mirada y en la acción de quienes tienen un sentido natural de la justicia; es resultado de una vasta educación, la de vivir cada día con equilibrio y sencillez. Tomar de la naturaleza los elementos necesarios para la vida, transformarlos sin hacerle daño, producir bienes con ingenio y trabajo sin acumularlos desmedidamente y sin apropiarse de los frutos del trabajo ajeno, administrar la sana y sensata economía colectiva.
El Queso llegó tarde y ya se lo acababan los compañeros: has de haber batallado mucho para que te dejaran salir, le decían, primero tuviste que lavar los trastes y planchar toda la ropa. De mandilón no lo bajaban. A mucha honra, les contestaba, ya no soy un neandertal como ustedes, ya evolucioné, trabajo en mi casa hombro con hombro con mi esposa, soy igual a la humanidad completa, no un iluso cacique doméstico. Risas y burlas le sobraban al Queso, hasta que conseguía cambiar de tema platicando de hijos y escuelas y juntas con las compañeras de generación de la Generación 2011 de Conta.
- Maya
Haikú: El broche de sándalo que ciñe la noche radiante que es tu cabellera.
Al fondo en un punto oscuro muchos arbustos y pensamientos,
afuera los sueños que vagamente se dibujan en zona de futuro.
Cuando avanza la vida llega el dolor, primero como amenaza,
y después en la carne viva que arde y se consume en torrentes de química,
la sangre ya no es alma. En la memoria se desvanece lo que fue ilusión;
resulta entonces un amasijo ya no de humanidad sino de polvo.
―Mi amor, ya deja el cigarro.
―Sí, hombre. Ya sé que me hace daño.
―O sea, deja el mío, mejor préndete uno.
―No, mejor no.
―Olvídate de que con esos trucos de fumador arrepentido se va a disolver tu cultivo de enfisema.
- Depresión
Ayer me encontré a Pati, la noté algo callada. Dijo que había tenido una crisis y que andaba sepultada en pastillas. Ya sé cómo, gemelita.
Foto: Pedro Chacón
