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Diabetes Mellitus: el primer escalón a la muerte

24 de agosto de 202424 de agosto de 2024

Salud Ochoa

-En México, la enfermedad se ha convertido en un problema de salud pública que urge atender

-Es la primera causa de muerte de personas entre los 55 y 64 años de edad; a partir de allí, se sostiene en el 2º sitio

–Pobreza y Diabetes, un binomio común: investigadores

El 24 de enero de 2024, a las 4 de la tarde con 25 minutos, Alexa (nombre ficticio por protección de datos) arribó a la sala de urgencias del hospital Morelos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chihuahua. No podía respirar. Su saturación de oxígeno en sangre apenas llegaba al 50 por ciento.

Se ahogaba.

En el interior del nosocomio, el personal de enfermería le retiró la ropa que llevaba puesta quedando lejos de su alcance toda pertenencia. Su cuerpo de mujer adulta quedó preso, entre una sábana vieja con el logotipo verde de la madre que cobija a su hijo en brazos y una bata; estaba atada indefinidamente a una cama metálica que a lo largo de los años había acogido a cientos de personas igual que ahora lo hacía con ella.

Alexa quizá no lo supo porque la falta de oxígeno ya empezaba a nublar su conciencia, pero el médico le informó que permanecería internada para atender lo que parecía una infección respiratoria aguda, así como las ulceraciones en una de sus piernas ocasionadas por una circulación periférica deficiente, agravada por la Diabetes Mellitus tipo II que padecía desde 20 años atrás y que ya la había enviado al hospital cuatro años antes.

Nunca pensó que esa era la última vez que hablaba con otras personas, que veía la luz del sol y respiraba por sí misma. No imaginó que la condición de soledad en la que todo ser humano llega al mundo y se replica al marcharse, empezaba a envolverla.

No imaginó tampoco que el descenso hacia otro plano estaba tan cerca y que, aunque la sala de urgencias se ubica en la planta baja del viejo edificio del IMSS, ese espacio era el primer escalón a la muerte.

La información oficial asentada en su expediente clínico identificado con el número 3305854806, indica que las dificultades respiratorias de Alexa obedecían a una Neumonía bacteriana, con un “mal pronóstico para el órgano”, es decir, que sus pulmones estaban gravemente afectados y no respondían a los antibióticos que le suministraban.

Un día después de su ingreso al hospital, el pronóstico médico era catalogado como “malo para la vida” debido a la sepsis (infección general) de origen aún no especificado. Los médicos desconocían el tipo de bacteria que había dado pie al proceso infeccioso y a la que, aparentemente, se había sumado un virus.

Tampoco sabían si dicho virus era COVID o Influenza, porque las pruebas estaban “pendientes” de realizar. Había caído en choque séptico secundario a neumonías y sus riñones ya presentaban daño.

La nota firmada por la médica Marcela Torres Lugo establece que a las 23:49 horas de ese día, Alexa estaba “mal acoplada al ventilador” y su estado era muy grave. Su presión arterial, que el día previo era de 110/70 milímetros de mercurio (mmHg), ahora era de 95/55 mmHg, según los datos registrados en el documento oficial.

En la cama 432 del hospital Morelos, la vida de Alexa se iba apagando.

A punto de cumplirse 48 horas de estancia intrahospitalaria, la familia cercana decidió trasladarla a un hospital privado donde quizá podría recibir una atención médica distinta y con ello, mejorar el pronóstico de vida.

En el trayecto hubo complicaciones. El corazón de Alexa se detuvo por varios minutos y logró retomar su ritmo gracias a la resucitación cardiopulmonar (RCP) que los paramédicos le dieron.

No estaba lista para irse.

Según el informe médico, el pronóstico era malo y un nuevo proceso de RCP ni siquiera estaba indicado: el corazón de la paciente presentaba un crecimiento anormal y comprimía el pulmón izquierdo, por lo que al presionar el músculo cardiaco se corría el riesgo de que el órgano respiratorio explotara.

La infección seguía sin dar tregua, Alexa no tenía automatismo respiratorio y presentaba falla orgánica múltiple (más de 3 órganos vitales dañados) por lo que el médico tratante informó que, médicamente no había mucho más que hacer.

El cuerpo de Alexa yacía inmóvil, hinchado, grisáceo. Era otra cama y otro hospital, pero la presencia irrefutable de la muerte se hacía evidente en el rostro deforme por el líquido acumulado y las manchas oscuras en la piel.

El ataque habitual de la glucosa durante años dejó huellas imborrables.

La habitación estaba fría, silenciosa, sola. Olía a cloro, a medicina, a desinfectante de hospital. El pecho de Alexa subía y bajaba al ritmo del ventilador mecánico, que le suministraba oxígeno a través de un tubo de plástico que entraba por su boca y llegaba hasta el conducto respiratorio. A su alrededor, una decena de aparatos lo cuantificaba todo.

El sonido de su corazón saltaba en la línea verde del electrocardiograma.

No hubo palabras. Solo presencias silenciosas que ella, desde algún punto percibía, el sonido de alarma de los aparatos así lo indicaba.

En los días subsecuentes su cuerpo no resistió más. La infección sistémica nunca cedió. Una leve mejoría registrada por lapsos cortos, fue un engaño de la muerte.

Si bien ella estaba afectada por la hipertensión y una deficiencia circulatoria, la Diabetes fue su mayor enemigo y quien le abrió la puerta a los virus y las bacterias que terminaron ganándole la guerra.

El trazo verde de su corazón en el electrocardiograma dio un salto final hasta quedar en línea recta.

*Una historia marcada por la pobreza, la ignorancia y la enfermedad*

_-Pobreza y Diabetes, un binomio común: investigadores_

Hija de campesinos, Alexa nació en 1966 en una comunidad de la baja Sierra Tarahumara en el estado de Chihuahua. Fue resultado de un embarazo múltiple compuesto por 3 productos que lucharon entre sí para obtener el espacio y los nutrientes suficientes para desarrollarse.

Durante la infancia y adolescencia sus problemas de salud fueron menores: infecciones estomacales o padecimientos propios de la edad. Nada de trascendencia mayor, excepto un ligero exceso de peso. El deporte y la escuela nunca fueron tema de interés para ella.

Al cumplir 17 años, siendo aún menor de edad, contrajo matrimonio y meses después se convirtió en madre de un varón lo que le dejó como consecuencia cierto grado de sobrepeso que nunca eliminó. En los años posteriores el sobrepeso se convirtió en obesidad.

A los 27 años fue diagnosticada con hipertensión arterial que pudo sobrellevar a base de tratamiento médico. Diez años más tarde la Diabetes Tipo II apareció y aunque logró sortear las dificultades de la enfermedad, no hizo ningún cambio sustancial en el estilo de vida. Sus hábitos alimenticios continuaron siendo los mismos, así como el sedentarismo y la obesidad.

La historia clínica asentada en el expediente médico del Seguro Social indica que nunca consumió alcohol ni tabaco, tampoco drogas. Nunca tuvo una fractura ni requirió transfusiones de sangre. No hubo alergias, pero sí una cirugía para retirarle la matriz; otra para retirarle las venas varicosas de sus piernas que posteriormente fueron el hospedero de úlceras ocasionadas por los altos niveles de azúcar arropados por un conglomerado de factores sin atender.

Todo ello derivó en un “pie diabético” del cual logró salir adelante después de una estancia hospitalaria, curaciones exhaustivas y apoyo medicamentoso preciso.

En los últimos años de vida ingería fármacos diversos, 2 para controlar la Diabetes (Metformina y Glibenclamida) y 5 más para la Hipertensión y problemas cardiacos (Espironolactona, Hidroclorotiazida, Losartán, Propanolol y Amlodipino).

Los antecedentes patológicos familiares se circunscriben a la herencia de diabetes e hipertensión, estableciendo que ambos padres padecían dichas enfermedades, aunque los datos son erróneos.

Acorde con las declaraciones de la familia, solo la madre era diabética y aunque falleció a los 75 años, no fue la referida enfermedad ni sus posibles complicaciones las que ocasionaron su deceso, sino un paro cardiorrespiratorio.

Los investigadores José Carlos Ramírez y Marcela de la Sota Riva, concluyen en el texto denominado “El rostro pobre de la Diabetes en México”, que una parte de la población, que es rural y diabética, es la que tiene más probabilidad actual y futura de experimentar privaciones sociales (PS) en México.

Agregan que, a medida que un individuo transita a estados más depauperados, más alta es la probabilidad de que ese individuo sea diabético y viva en las zonas rurales del país.

Si bien es cierto, en la etapa final de su vida Alexa pertenecía a una zona urbana, también lo es que, nació y creció en un entorno rural carente de servicios básicos (luz, agua potable, drenaje, servicios de salud) y en un núcleo familiar que apenas cubría las necesidades elementales.

Durante su vida adulta, su situación socioeconómica osciló entre media baja y de pobreza moderada, aunque no alcanzó la pobreza extrema.

*La Diabetes en México: un problema de salud pública que urge atender*

La Diabetes Mellitus (DM) es una enfermedad crónico degenerativa caracterizada principalmente por los altos niveles de glucosa en sangre, con una prevalencia cada vez mayor en México y trastornos secundarios que requieren atención médica interdisciplinaria y de alta especialización.

El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) señala que la diabetes, constituye uno de los principales problemas de salud en el país y en el mundo, es una de las primeras causas de infarto, enfermedad vascular cerebral, muerte prematura y la principal responsable de ceguera y amputación no traumática, así como una gran generadora de costos, enfocada al tratamiento de las complicaciones.

Acorde con la institución la DM es una situación que debe atenderse no solo en lo inmediato y cuando ya la enfermedad está presente, sino desde antes, es decir, trabajar tanto en la prevención como en la atención de los factores predisponentes para evitar en lo posible que el padecimiento se desarrolle y trastoque por entero la salud de las personas.

La Federación Internacional de Diabetes (FID) indica que, en el 2021, 537 millones de personas adultas de entre 20 y 79 años de edad en el mundo, vivían con diabetes. Además, se prevé que el número total de personas con esta enfermedad aumente a 643 millones en 2030 y a 783 millones en 2045. Según la FID 3 de cada 4 adultos con diabetes viven en países subdesarrollados.

El organismo abunda en que la estadística muestra que este padecimiento se erige como una “carga” en crecimiento tanto de manera individual como familiar y colectiva.

La décima edición del Atlas de la Diabetes de la FID (2021), establece que el 10,5 por ciento de la población adulta (20-79 años) tiene diabetes y casi la mitad no sabe que la padece. Para 2045, las proyecciones de la FID indican que 1 de cada 8 adultos, aproximadamente 783 millones, vivirá con diabetes, lo que supone un aumento del 46 por ciento. (Anexo 1).

Establece también que más del 90 por ciento de los diabéticos tienen diabetes tipo 2, que obedece, principalmente, a factores socioeconómicos, demográficos, medioambientales y genéticos.

En el apartado “Informe sobre diabetes 2000-2045 en México”, dicho documento presenta una curva ascendente en número de personas afectadas, con cifras que por lo menos se triplicaron en las primeras dos décadas del siglo XXI pasando de 4.387,3 en el año 2000 a 10.293,7 en 2011 para llegar a 14.123,2 en 2021. Se estima que para 2030 la cifra ascienda a 17.062,7 mientras que para el año 2045 sumen 21.181,9 pacientes.

Un reporte de la organización “México cómo vamos”, publicado en noviembre de 2023, indica que, en México, la mortalidad por diabetes se estima en 89.4 defunciones por cada 100 mil habitantes, siendo la segunda causa de muerte entre la población mexicana, sólo por debajo de las enfermedades del corazón. De acuerdo con las cifras de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), la diabetes fue la causa de 115,681 muertes de mexicanos en el año 2022.

En 2018, la Federación Mexicana de Diabetes A.C. reportó que las entidades con los porcentajes más altos de dicha enfermedad eran: Nuevo León, Tamaulipas, Hidalgo, Campeche y la Ciudad de México. 

En este escenario, surge la necesidad de programas, presupuesto y campañas de información y difusión dirigidas al grueso de la población, con el objetivo de educar en lo que dicho trastorno implica ya que, las cifras registradas por las dependencias de salud, no solo son estadísticas sino un reflejo de vidas humanas afectadas, familias que sufren y un sistema de salud desafiado en su capacidad para ayudar a la ciudadanía.

*Me siento frustrado porque toma su enfermedad a la ligera: hijo de madre diabética*

_No solo se requiere cambio en las políticas públicas, también en los hábitos personales_

La alta incidencia y la mortalidad en México a causa de la diabetes es un llamado para atender la problemática de forma urgente. Sin embargo, también es necesario tomar en cuenta que la lucha contra la enfermedad no es solo una cuestión de políticas públicas en el tema de la salud sino también de hábitos personales y justicia social.

Luis L. narra lo difícil que ha sido sobrellevar la enfermedad de su madre ya que, a pesar del diagnóstico médico recibido hace 5 años, ella se niega a modificar sus hábitos de vida, por lo que le queda claro que la prevención y el tratamiento no solo es obligación del sistema de salud, sino también de los pacientes.

“Es muy difícil porque tienes que cuidar su alimentación diaria. Es terca, quiere comer todo lo que no debe comer: pan dulce, cereal con dulce, café con dulce, pide coca cola para acompañar la comida y hasta postre, a pesar de saber que es diabética”.

La diabetes de Leonora llegó acompañada por la cardiomegalia, la osteoporosis y una fractura de cadera que disminuyó su movilidad casi por completo y hoy día la mantiene en silla de ruedas. A pesar de ello, se resiste a modificar sus hábitos, lo que genera frustración en Luis debido a que, su intención al restringir la comida no es hacerle daño, por el contrario, busca mantenerla estable.

“Siento impotencia, coraje porque no hace caso; me da sentimiento porque quiero hacerle un bien y ella lo toma a la ligera. Tiene claro lo que es la enfermedad, pero no cambia su forma de pensar”.

La familia de Luis es un ejemplo de la “herencia diabética” ya que tanto el padre como la madre de Leonora padecían la enfermedad e incluso, uno de ellos fue objeto de amputación de una pierna por esa causa. Recientemente, una prima hermana fue diagnosticada con diabetes insulinodependiente.

“Afortunadamente mi madre no ha tenido complicaciones con otros órganos y tenemos servicio médico porque de lo contrario sí resultaría muy difícil costearlo ya que, cada mes la llevamos a su cita médica y cada 3 meses le hacen exámenes de laboratorio completos”.

Si bien no son de un estrato socioeconómico alto, Leonora y Luis cuentan con lo necesario para sobrellevar la enfermedad, misma que ha sido relacionada con el acceso desigual a la alimentación y a la atención médica, particularmente entre las personas que viven en condiciones de alta vulnerabilidad.

*La Diabetes Mellitus en Chihuahua*

En Chihuahua la Diabetes Mellitus se coloca también como una de las principales morbilidades que afectan a la población. Según el Informe del Sistema de Vigilancia Epidemiológica Hospitalaria Diabetes Mellitus Tipo 2, dependiente de la Secretaría de Salud y con corte al 1 de abril de 2024, durante el primer trimestre del año se registraron 158 ingresos hospitalarios de pacientes diabéticos lo que significa un promedio de 52.6 por mes y 1.75 cada día.

Las cifras generales del país, establecen que al primer trimestre de 2024 se registra un incremento en la notificación del 68.5 por ciento y 9.7 por ciento en relación con lo reportado al mismo corte de 2022 y 2023, respectivamente.

Al cierre del 2023, el citado sistema de vigilancia epidemiológica ubicó al estado de Chihuahua en el lugar número 17 a nivel nacional con 875 ingresos, pero estos se dieron únicamente a través de 2 unidades notificantes.

En noviembre de 2021, el INEGI dio a conocer que las proporciones de diabetes más altas se dan en los estados de Veracruz, Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Chihuahua y Sonora. En contraparte, se observan menores proporciones de la enfermedad en Jalisco, Chiapas y Oaxaca. La tasa de mortalidad entre los chihuahuenses en el periodo reportado, fue de 9.26 a 11.42 por cada 10 mil habitantes.

*Solo 1 de cada 5 jóvenes universitarios sabe qué es la Diabetes Mellitus*

Un sondeo realizado entre la comunidad estudiantil del Campus I de la Universidad Autónoma de Chihuahua, arrojó que solo 1 de cada 5 estudiantes tiene conocimiento respecto a la Diabetes Mellitus; es decir, esa persona conoce a grandes rasgos lo que es la enfermedad y algunos de sus síntomas, aunque desconoce las causas y consecuencias.

Los 4 restantes han oído hablar de ella o saben que existe, pero desconocen qué es dicho trastorno y cuáles son sus implicaciones. En materia preventiva, la respuesta común de los entrevistados fue:

“No hay que tomar coca cola ni comer pan dulce”.

Ninguno habló de la importancia de practicar ejercicio, mantener el peso adecuado, llevar una dieta balanceada, evitar e alcohol o eliminar el tabaquismo, por ejemplo. De manera general los entrevistados no consideraron a la enfermedad como algo grave.

*Neuropatía, complicación de la diabetes que pocos conocen*

_Hipertensión, obesidad y enfermedades respiratorias crónicas, las comorbilidades más comunes_

Aunque la Diabetes Mellitus (DM) suele tener diversas consecuencias, la Neuropatía Diabética Periférica (NDP) es una enfermedad que pocos conocen. Este trastorno causa hormigueo, entumecimiento y calambres en las extremidades y, al evolucionar, puede causar lesiones graves y en ocasiones irreversibles.

La NDP es una enfermedad causada por el daño en los nervios que afecta aproximadamente al 50 por ciento de las personas que padecen diabetes y puede llevar a complicaciones como úlceras y amputaciones. Se estima que aproximadamente 14.1 millones de personas en México tienen DM y la prevalencia va en aumento.

Quienes sufren de Neuropatía Periférica describen sus manifestaciones en etapas tempranas como dolor punzante, ardor, calambres, descargas eléctricas u hormigueo intenso.

Esperanza Martínez Abundi, médica internista e investigadora clínica de la Universidad de Guadalajara, menciona que se debe ser muy acucioso en buscar síntomas como entumecimiento, desequilibrio, pérdida de la sensibilidad distal, pues esto puede evolucionar a una debilidad progresiva.

Explica que la NDP no se diagnostica ni se trata hasta en el 80 por ciento de las personas afectadas, además de que hasta el 50 por ciento de los pacientes pueden ser asintomáticos, en tanto que, de los pacientes que sí presentan síntomas, el 13 por ciento no los refiere a su médico.

Salvador Plascencia, jefe del departamento de endocrinología del Hospital Civil de Guadalajara resalta que, existe una relación significativa entre el dolor neuropático en personas con diabetes y la deficiencia de vitaminas del complejo B, especialmente la vitamina B12. Por lo tanto, mantener niveles adecuados de estas vitaminas puede ayudar a aliviar los síntomas de la neuropatía.

Por otra parte, la Hipertensión Arterial constituye la comorbilidad reportada con mayor frecuencia en los casos de DMT2 con 24,663 (58.16%); seguida por la Obesidad, presente en 5,900 casos (13.91%) y la Enfermedad Renal Crónica (ERC) con 5,728 casos (13.51%), según el informe del Sistema de Vigilancia Epidemiológica Hospitalaria Diabetes Mellitus Tipo 2, de la Secretaría de Salud federal con corte al 31 de enero de 2024.

Otras enfermedades asociadas a la DM son: Insuficiencia Renal, Cardiopatía Isquémica, procesos infecciosos, cetoacidosis y tuberculosis. (Imagen)

Lo que se debe saber sobre la enfermedad:

¿Qué es la diabetes?
Es una enfermedad crónica, caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre y por alteraciones en la producción de insulina o cuando no puede utilizarse de manera adecuada.
Existen cuatro tipos de Diabetes:

1.Diabetes tipo 1

2.Diabetes tipo 2

3.Diabetes Gestacional

4.Otros tipos de diabetes

Cualquier tipo de diabetes no controlada puede producir complicaciones en diferentes partes y órganos del cuerpo aumentando con ello el riesgo de una muerte prematura.

*Factores predisponentes, prevención y recomendaciones*

La Norma Oficial Mexicana NOM-015-SSA2-2010 indica que para la prevención, tratamiento y control de la diabetes mellitus, una prueba de glucosa en sangre ayuda a identificar a las personas con diabetes no diagnosticadas, y establecer medidas preventivas para retardar la aparición de la diabetes, modificando su estilo de vida, alimentación, actividad física y mediante una educación para la salud.

La NOM establece como factores de riesgo que se relacionan con la aparición de la diabetes tipo 2: Obesidad, factores relacionados con estilo de vida, tabaquismo, factores genéticos.

Las personas con alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, pueden disminuirlo significativamente, realizando cambios en su estilo de vida y manteniéndolos a largo plazo.

El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) hace hincapié en que la participación de la persona que vive con diabetes es necesaria para lograr un buen control de sus niveles de glucosa y una buena calidad de vida, atendiendo las siguientes recomendaciones:

1.Adoptar una alimentación saludable

2.Realizar actividad física y/o ejercicio físico de forma regular

3.Auto monitorear la glucosa capilar.

4.Evitar el tabaco, controlar la presión arterial y el colesterol, moderar el consumo de alcohol.

5.Realizarse revisiones médicas regulares y gestionar el estrés de manera efectiva

6.Apegarse al tratamiento farmacológico

De no emprenderse ninguna acción, enfatiza la institución en su página oficial, es posible que hacia el 2040 las cifras y costos de la diabetes aumenten, haciendo insostenible su atención en el ámbito público en muchos países en vías de desarrollo, de acuerdo a estimaciones de la Federación Internacional de Diabetes.

*La Diabetes Mellitus como causa de muerte según el grupo de edad*

Según la organización “México Cómo Vamos”, la diabetes se encuentra entre las principales causas de muerte entre personas de 25 años en adelante, cambiando su ubicación acorde al rango de edad. Así, en el grupo que de los 25 a 34 años de edad, se ubica en el 9º sitio, superada por trastornos cardiacos, SIDA, accidentes, agresiones, tumores malignos, enfermedades hepáticas y suicidios.

Sin embargo, en el grupo de 35 a 44 años las cosas cambian y la diabetes “da un brinco” hasta el 6º lugar, en tanto que en el grupo etario de 45 a 54 años de edad se erige como la segunda causa de muerte solo por debajo de las enfermedades cardiacas.

El panorama es aún más desalentador para las personas cuya edad oscila entre los 55 y 64 años de edad, ya que la diabetes aquí se constituye como la primera causa de muerte; a partir de allí se sostiene en el 2º sitio, prácticamente de la mano con los trastornos del corazón.

A nivel entidad, se estima que el estado con la mayor mortalidad por diabetes es Veracruz, con una tasa de 127.4 defunciones por cada 100,000 habitantes, mientras Baja California Sur es la entidad con la menor tasa, con 45.8.

Si se compara con las causas de muerte a nivel mundial, se observa que en México la mortalidad por diabetes es extremadamente alta; mientras que en el mundo las complicaciones por diabetes representan el 2.7 por ciento de las muertes totales (OWID, 2019), en México durante ese mismo año la diabetes representó el 13.7 por ciento.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2021 se estima que 12 millones 400 mil personas en México padecen esta enfermedad crónica, lo cual representa el 9.8 por ciento de la población nacional viviendo con esta enfermedad.

*Consideraciones finales*

-La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica que se desencadena cuando el páncreas no produce suficiente insulina, hormona que regula el nivel de azúcar en la sangre.

-La hipertensión arterial continúa como la comorbilidad más frecuente, seguida por la obesidad y enfermedad renal crónica.

-Los procesos infecciosos constituyen la causa principal de ingreso hospitalario de pacientes diabéticos, seguidos por el pie diabético.

-En lo que respecta a las defunciones, las causas infecciosas constituyen la causa directa reportada con mayor frecuencia.

-Del total de pacientes egresados con alta hospitalaria, únicamente el 49.8% egresa con cifras óptimas de glucemia.

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