El rey del Cash: la literatura de no ficción que parece de ficción
Hay libros cuya lectura te atrapa de principio a fin; a veces es la capacidad creativa del autor para construir personajes y escenarios con tal maestría que aun siendo historias de ficción, parecieran reales. En otras, es la historia por sí misma la que abre un abanico de interpretaciones y aprendizajes tan diverso que te envuelve sin la posibilidad de escapar.
La literatura de no ficción suele tener dichas características, sobre todo cuando el tema que se aborda es de interés no solo para grupos específicos sino para una nación entera e incluso para otros países o estudiosos de la filosofía o la sociología.
“El rey del Cash”, de la escritora Elena Chávez, es un ejemplo de ello. Si bien la autora ha dejado claro que no lo identifica como un trabajo de investigación totalmente sino como un testimonio de lo que ella vivió durante 15 años al lado de César Yáñez, uno de los hombres más cercanos al actual presidente de México Andrés Manuel López Obrador, los detalles que ofrece al lector cimbran hasta lo más profundo debido a las implicaciones que estos tienen en el contexto político, económico y social de los mexicanos.
Cada página se convierte en un descubrimiento, en una gota que cae sobre la piel del lector y poco a poco va generando una oquedad como ocurre en las rocas al paso de los años. Aquí el proceso es mucho más rápido.
Saber que durante más de diez años, en los cuales AMLO y sus colaboradores viajaron por todo el país con gastos sufragados por el erario público y que además, recibían un salario de hasta 50 mil pesos mensuales sin realizar ningún trabajo a cambio excepto el de “acompañar y asesorar” a su líder en la búsqueda incansable por la presidencia, es un martillazo en seco a los ciudadanos que en algún momento creyeron en el proyecto político de Andrés Manuel.
Eso no es todo.
La llave abre la caja de pandora y con ello vienen los amoríos, viajes y caprichos de Beatriz; la lista de los “recaudadores” del dinero retenido a los empleados de gobierno o desviado desde las arcas de este, nombres tan familiares para quienes han transitado por finales del siglo XX y principios del XXI; el trasladado de los recursos en maletines –siempre en efectivo para no dejar huella, de allí el título del libro: cash-.
El desencanto sigue con las obras públicas mal planeadas y peor ejecutadas, los amoríos de Marcelo y la eterna protección de la que ha gozado, el linchamiento de los policías federales en Tláhuac que nunca se atendió, la consigna de los recaudadores: “si te descubren niégalo todo y échate la culpa”, los regalos del “pueblo bueno” que fueron expuestos a manera de tianguis y vendidos para obtener más dinero, más cash.
Luego Ariadna, la cuidadora de vallas que hoy día es la mujer que maneja miles de millones de pesos de los mexicanos a su antojo; Claudia que fue capaz de delatar a su marido por lealtad al entonces candidato y así se alarga la lista de personas y cosas que participaron –y siguen participando- en el entramado político que hoy gobierna México.
Chávez describe a López Obrador como un hombre soberbio capaz de dar la espalda a quienes lo apoyan, tal como ocurrió en su momento con Cuauhtémoc Cárdenas, el líder moral del Partido de la Revolución Democrática que impulsó a AMLO y estuvo con él ante el desafuero promovido por Vicente Fox.
Cuauhtémoc marchó y la gente lo escupió. Andrés Manuel no solo lo permitió sino que ni siquiera dio la cara. La metáfora se explica sola.
Hay quien dice que es necesario aprender de los errores para no repetir la historia, los libros de ficción ayudan a despejar la mente para entender y razonar en torno a la no ficción.


