Sobrevivir a tu “yo” interno
Tras un accidente aéreo en el que es la única sobreviviente, Liv queda sola y a la deriva a mitad de un enorme bosque en Canadá. Junto a un lago, en medio de montañas y miles de pinos la joven abogada neoyorkina se enfrenta no solo a la urgencia de sobrevivir en un sitio inhóspito, sino también a sus propias carencias y heridas emocionales.
A lo largo de los 6 capítulos que conforman la miniserie “Keep breathing”, Liv se enfrenta a su “yo interno” y a los fantasmas que la atormentan. Los traumas de una niñez marcada por la relación inestable de sus padres, el abandono de su madre y la disciplina autoimpuesta, salen a la luz en la soledad del bosque donde solo se tiene a sí misma.
La serie creada por Martin Gero y Brendan Gall, narra el drama de la supervivencia de la joven abogada quien desesperada por llegar a Inuvik –donde cree que está su madre- tras la cancelación de su vuelo, se sube a la avioneta privada de dos extraños.
El viaje se vuelve pesadilla cuando la avioneta presenta fallas mecánicas y cae a mitad de un lago. Sumida en la profundidad casi gélida, ella intenta ayudar a los desconocidos, pero solo consigue salvar a uno, quien antes de morir le confiesa que su vuelo no está registrado, lo que significa que nadie los buscará ni rescatará.
En busca de posibles provisiones la joven nada de regreso a la avioneta donde encuentra dos maletines que, para su sorpresa, están llenos de billetes y medicamentos. Los hombres que aceptaron llevarla eran contrabandistas.
En medio de la nada, la protagonista se esfuerza por conseguir comida, fuego, agua y refugio mientras lidia con sus demonios personales. Su madre ausente por decisión personal, su padre enfermo y ella misma convertida en una mujer solitaria, obsesionada con su trabajo y renuente a establecer algún vínculo afectivo.
Sin embargo, no todos sus recuerdos son dolorosos. Algunos la acompañan de manera positiva ayudándola a buscar las vías para sobrevivir al bosque.
A pesar de los contratiempos que se replican continuamente en forma de alergias, desorientación, caídas y lesiones, su subconsciente le muestra las formas indicadas para sanar las heridas emocionales, reflexionar sobre sus errores y encontrar una forma de salir del que parece un problema sin solución.
La historia de Liv en el bosque, se plantea como una gran metáfora de la vida en la que todos estamos solos con nosotros mismos y cada uno tiene que aprender a superar los obstáculos físicos y emocionales -externos e internos- que en ocasiones suelen definir nuestra historia.
La propuesta es buena aunque por momentos el desarrollo es lento y algunas escenas muy predecibles; sin embargo, la belleza del paisaje y los flashback a la vida de la protagonista logran mantener el interés del espectador.
