Taxi
Por Jesús Chávez Marín
- Taxi
Lo que se oye en el teléfono de manos libres del taxi: No, Perlita, eso no puede volver a suceder; la Yuli fue muy paciente con ella y, mi mamá, tú la conoces, Perlita. No, qué le voy a andar teniendo paciencia; a estas alturas ya no la vas a cambiar, ella es como es. Ya sé que es mi madre, y tu hermana, pero lo que hizo fue muy molesto para todos, no nada más para Yuli. No, Perlita, desde que ando saliendo con ella no tomo cerveza, puro whisky. El otro día hasta fue ella misma la que me dijo: compramos una botella, visitamos un rato a tu familia y de allí nos vamos a tu casa y nos estamos muy a gusto. No, Perlita, como te repito: a mi mamá yo no la voy a componer, nadie puede. Yo no sé por qué le agarró idea a la Yuli, si se ha portado bien con ella. Cuando fue a Guadalajara hasta le trajo un rebozo bien bonito, le costó carísimo, es de hilo, hecho a mano. Ay, Perlita, con qué me sales. No. Me vas a perdonar, pero ella no es La Otra, a ver, ¿cuánto llevo separado? No. No. Siempre he cumplido con los hijos, con los dos. Si no, pregúntales cuándo les ha faltado nada. Perlita, espérame tantito. Son cuarenta pesos, señor. Para servirle. Bueno, Perlita. Y te voy a decir algo que no te había contado… Como ya había llegado, bajé del carro y ya no supe más.
- Erotismo
Erotismo fina danza del amor con el instinto. Lujuria pozo sin fondo hacia el hastío.
Esteban despertó a las dos de la mañana, el foco de 5000 wats del insomnio iluminó el aire. No sabía si levantarse o quedarse echado como un bulto que ardía; oscilaba la euforia como fuego fatuo. Lejos había quedado y tan ajena la vida feliz, muy lejos de este resplandor doliente.
- Desde la ventana hacia el interior
Desde la ventana hacia el interior se oyen frases sueltas que conectan a lo que llamamos pensamiento; los temas pueden ir desde las cuentas pendientes hasta los grandes relatos de Cervantes, por ejemplo, y la preocupación por leerlos de nuevo porque muchos ya se le olvidaron. O comprar un regalo para su nieta. Desde la ventana hacia fuera pasa mucha gente. ¿En qué momento el presagio favorito de los profesores de la primaria, la sobrepoblación, se volvió vida cotidiana, carros, prisa? De la ventana hacia el centro hay un cristal por donde pasa la luz, la vida de otros, y a la vuelta un espejo donde el propio rostro se queda. De la ventana hacia la esfera se percibe la curva donde se intuye el origen, y, en otra región, la silueta de la muerte: horizonte, destino que se transfigura.
Foto: Pedro Chacón
