Un laboratorio de historias denominado Escribana
Salud Ochoa
Resumen
El uso de recursos literarios para narrar eventos reales de interés periodístico es una estrategia implementada por periodistas y escritores que buscan ofrecer a los lectores un mayor número de elementos con los cuales se pueda interpretar la realidad.
La crónica es uno de los géneros del periodismo con mayor posibilidad para hacer uso de las herramientas de la literatura y construir textos periodísticos atractivos para el lector debido a que, a través de la observación y descripción detallada que el autor hace, el consumidor de la información logra tener un panorama más amplio del tema en estudio, y con ello una interpretación más apegada a la realidad.
El periodismo narrativo
Para establecer la definición de periodismo narrativo, partimos de la postura de Guerriero (2015), quien lo menciona como aquel que toma algunos recursos de la ficción como: estructuras, climas, tonos, descripciones, diálogos y escenas, para contar una historia real de tal forma que resulte tan atractiva como la lectura de una novela o cuento.
Sin embargo, no se trata de generar textos innecesarios o excesivos, ni es una forma de suplir la carencia de datos con adornos, por el contrario, la combinación del periodismo y la literatura debe desembocar en la generación de productos periodísticos con alto valor informativo y estético, pero, sobre todo, el compromiso ineludible de contar la realidad de tal forma que el lector avance hacia un proceso reflexivo y logre con ello una interpretación propia del hecho narrado.
Por otra parte, encontramos a García Márquez, mencionado por el Centro Gabo (2017) como uno de los exponentes más reconocidos del periodismo narrativo a nivel mundial. El autor señala que este debe tomarse como un género literario colocado al mismo nivel que la novela o el cuento, además de su importancia la cual radica en la obligación que contrae el escritor a mantener los pies en la tierra.
Si partimos de esta afirmación del narrador colombiano, el gran reto para los periodistas, es lograr el equilibrio entre ambos aspectos, teniendo siempre presente las características de cada uno, particularmente que la materia prima del periodismo es la realidad. Relatar los hechos y/o el entorno con veracidad.
Acorde con la teoría expuesta por Peraza (2024), en México la crónica es destacada como el género literario por excelencia, además de ser un emblema del periodismo narrativo, debido a que a través del tiempo ha logrado fotografiar tanto los procesos sociales como las transformaciones del país.
El autor asegura que la crónica pretende funcionar como un espejo de la historia, donde se refleje la realidad ante lo imposible de contar una totalidad de los hechos, de esta forma hace el trabajo de recortarla a través de una mirada personal.
Sin embargo, lo anterior no significa que esa óptica propia permita que se convierta en una rendija por donde escape la rigurosidad del periodismo, la cual debe mantenerse a través de la investigación, el contraste de cifras y datos, y consulta de fuentes, entre otros.
En este tenor, el investigador hace referencia a la crónica como una combinación de dos elementos que en conjunto pueden resultar muy llamativos: la información y el arte; mismos que sirven para el conocimiento y el disfrute.
En el texto denominado El periodismo en la literatura. Impresiones de la realidad en la narrativa de Vargas Llosa, Martínez Gómez (2010) menciona al periodismo y la literatura como dos vocaciones nacidas de forma paralela, y unidas por la pasión de la escritura arraigada a la realidad que fija los acontecimientos y las ideas de la humanidad.
Por su parte, Sierra-Caballero, F. y López-Hidalgo (2017) señalan que el nuevo periodismo latinoamericano hace una reformulación de la crónica y el oficio de informar introduciendo enfoques vanguardistas del relato, dicha acción actualiza el legado de la estética narrativa local como en su momento sucediera con el boom editorial de la novela latinoamericana que rompió el canon literario dominante hasta entonces, dando pie a un fenómeno de consumo y recepción masiva sin precedentes en la historia cultural de España y Latinoamérica.
Esta visión de informar a través de creaciones narrativas-informativas es, en la práctica, un factor de atracción para los lectores, ya que suelen aportar elementos reveladores que dan pie a que los consumidores de la información manifiesten un mayor interés respecto al tema.
Desde la perspectiva de Camenforte (2019)se observa el punto de conexión de dos campos, ydestaca que la relación entre la literatura y el periodismo es de larga data y puede estudiarse desde diversos puntos de vista ya que, a pesar de que ambas disciplinas trabajan con la palabra y el lenguaje, siempre han intentado diferenciarse entre sí.
Cairati (2014) por su parte, refiere a Juan Villoro respecto a la característica de hibridez estructural del género, la cual define como “ornitorrinco de la prosa”, es decir, una comparativa con un ser complejo, cuyos miembros remontan a la ascendencia ancestral de varios animales, este supone un balance de ingredientes tanto estilísticos como compositivos, lo cual ancla profundamente a la representación de la realidad, pero además es obediente a la urgencia narrativa.
Al reconocer esa combinación estructural, admite la relación prácticamente indisoluble del periodismo y la literatura, condición que otros autores toman también de alguna forma.
Según Navarrete (2021), las herramientas del periodismo de investigación pueden ponerse al servicio de la narración periodística al igual que los instrumentos de la narrativa y para contar un hecho violento que el autor ejemplifica con el conflicto colombiano.
Esta postura concuerda con la visión de Camenforte (2019), en el sentido de las oportunidades que el periodismo narrativo tiene para abordar temas álgidos como el caso de la violencia en Colombia o hechos policiacos en Argentina.
Por tanto, y tomando en cuenta las características sociodemográficas similares de México con el resto de los países de Latinoamérica, particularizando en Chihuahua, el periodismo narrativo sería igualmente útil para narrar la realidad nacional y local.
En el contexto de las violencias que se viven en México y el mundo, quizá la posibilidad de recrear las historias de las víctimas directas y colaterales estaría más lejana si no se echara mano de escenas, imágenes y otros elementos –literarios- mencionados por Navarrete.
En este escenario, es posible aludir a Palau Sampio (2018), quien habla sobre los límites entre periodismo y literatura; mismos que argumenta, conforman un espacio difuso en el que conviven diversas manifestaciones de carácter factual y posibilidades expresivas, dando paso a un terreno de simbiosis y confluencia donde surgen géneros de no-ficción que trascienden la rigidez del periodismo convencional, en términos de extensión y posibilidades narrativas, para abrazar las opciones que ofrece la literatura.
Por su parte, Vargas Pasaye (2021) asegura que el periodismo narrativo actual en México ha encontrado una veta en la denuncia y exposición de temas que han generado las crisis y el debilitamiento de instituciones gubernamentales; como son la corrupción, la ausencia de justicia y la carencia de resultados en la estrategia para enfrentar el problema de la violencia, en particular contra el narcotráfico.
Esto lleva a plantear otras dudas, como: ¿Qué pasaría con la información respecto a temas álgidos si no tuviéramos las herramientas de la literatura para contarlos?
En esos espacios de vacío de la tarea institucional, retomando a Vargas Pasaye (2021), la sociedad ha manifestado su rechazo y lo ha denunciado, en particular en la labor de procuración de justicia; el periodismo narrativo ha ayudado a entender el fenómeno de la violencia en México, específicamente en el caso particular de la descripción de uno de los carteles del narcotráfico de mayor proyección.
Salcedo Ramos (2017) a su vez, habla sobre la deuda que algunos escritores han referido tener con el periodismo, tal es el caso de Gabriel García Márquez, Albert Camus, Truman Capote y Ernest Hemingway, aunque este último habría dicho que el periodismo es bueno para un escritor siempre y cuando lo abandone a tiempo.
Salcedo (2017) apunta que el periodismo adiestra al escritor en el descubrimiento de los temas esenciales para el hombre ya que, es una profesión en la que se tiene acceso a un laboratorio en el cual se está en contacto con lo más revelador de la condición humana. Según él, “uno aquí ve desde reyes hasta mendigos, truhanes, bárbaros, seres maravillosos, de todo, y eso es útil para construir universos literarios creíbles y ambiciosos” (parr. 2).
Salcedo (2017) enfatiza en que, los periodistas narrativos no necesitan esperar a que un pueblo remoto sea asaltado por algún grupo violento o embestido por una catástrofe natural para poder hablar de él. Menciona: “los periodistas narrativos no andan mendigando las sobras del poder para ejercer su oficio. Y como si fuera poco, el periodismo narrativo que hoy leemos como información dentro de unos años será leído como memoria” (pág. 23).
Partiendo de lo anterior, es que se decide trabaja en el proyecto de difusión digital, denominado “Escribana: Periodismo con sexto sentido”, mismo que tiene como meta presentar a los lectores, una propuesta periodística atractiva, enfocada en temas de interés colectivo que pocas veces son abordados en los medios de comunicación existentes en la localidad, tanto en los tradicionales impresos como en los digitales.
El objetivo principal es realizar mejores prácticas periodísticas a través de la investigación de campo, periodismo de datos, investigación bibliográfica y todas aquellas herramientas tecnológicas que permitan generar productos de alto valor para la sociedad en su conjunto.
Conscientes de la importancia de trabajar sobre temas de actualidad y sobre de todo, de interés para la colectividad, se busca enfocar esta labor en tres grandes temas: Cultura, medio ambiente y sociedad.
La página de internet estará soportada, a futuro, por redes sociales como: Facebook, Twitter, e Instagram. Además, se prevé la producción de un podcast en el cual se aborden temas en la misma línea editorial establecida para la página.
Los apartados se conforman de la siguiente manera:
Cultura
Cuenta con diversas secciones que nos llevan a generar análisis de contenidos y la relación de estos con la realidad.
a) Rincón lector: reseñas y análisis de libros, entrevistas con escritores, novedades y recomendaciones literarias.
b) Primera fila: Películas, series, documentales.
c) Máscaras: Recomendaciones de teatro.
d) Fotografía: imágenes que hablan por sí mismas: periodísticas y/o galería de fotos que muestren las particularidades del entorno.
Medio Ambiente
Se abordan temas relacionados con el cuidado y la preservación del hábitat, cuestionándonos en todo momento: ¿Qué estamos haciendo y qué dejamos de hacer para prevenir la destrucción de los ecosistemas, el cuidado de los recursos naturales y la concientización de las nuevas generaciones en este sentido?
Sociedad
Con el convencimiento pleno de que la labor informativa debe abordar las diversas problemáticas sociales presentes a nivel global, se busca incidir en las políticas públicas desde la trinchera periodística, poniendo sobre la mesa tópicos como: migración, violencia contra la mujer, así como contra niñas, niños y adolescentes; desplazamiento forzado, desapariciones, feminicidios, por citar algunos ejemplos.
El reportaje, y en particular la crónica, son los géneros periodísticos seleccionados para mostrar dichas problemáticas. En menor medida se utilizará también la noticia.
Si bien es cierto, se abordan temas sensibles, no se contempla en este proyecto la publicación de la nota roja básica. En todo caso, si algún evento policiaco involucra a los grupos vulnerables mencionados, se toma como base para una investigación a profundidad, con el respeto irrestricto a los derechos humanos.
Más que quedarnos en los hechos queremos ir a las causas. Utilizar los gráficos y las estadísticas, ponerles un rostro a los números. Queremos contar lo que subyace y por ello, creamos este laboratorio de historias denominado Escribana.
